Consejos Fisioterapia

Lesiones y Anatomía del Tobillo

11 Jan 2022

Una articulación especialmente delicada del cuerpo es el tobillo. Muchas veces damos por sentado la importancia que tiene en nuestras vidas y solo apreciamos lo valioso que es cuando surge algún problema. En las siguientes líneas explicaremos su anatomía, las principales lesiones y quién puede ayudarnos a tratarlas.

La anatomía del tobillo

El tobillo es la articulación que une la zona del pie y la pierna. Transmite la fuerza ejercida sobre el miembro inferior en posición vertical. Está conformado por la tibia, el peroné y el astrágalo. Estos huesos trabajan de manera conjunta para que podamos moverlo correctamente.

Asimismo, sobre la estructura ósea hay una cápsula fibrosa integrada por:

  • Ligamentos: Tejido conectivo denso, elástico y sólido que permite la unión entre los huesos y la base de la articulación. Gracias a los ligamentos, podemos mover el hueso de forma adecuada y sin exageraciones. Impiden que realicemos movimientos que comprometan su funcionamiento.
  • Músculos: Tienen la capacidad de contraerse y dilatarse. Las células que los integran se denominan miocitos, cuya cualidad principal es la contractilidad. Es decir, aumenta o disminuye su longitud cuando recibe la estimulación o impulsos procedentes del sistema nervioso.
  • Tendones: Transmiten la fuerza generada por los músculos al hueso a fin de producir el respectivo movimiento articular. Dadas sus propiedades elásticas, almacena y libera energía cada vez que se mueve.

Principales lesiones de tobillo

En nuestra clínica de rehabilitación recibimos pacientes que presentan diferentes tipos de lesiones de tobillo. En tales situaciones, evaluamos a profundidad cada caso para realizar un diagnóstico acertado y proponer el mejor plan de tratamiento.

Una lesión en esta parte del cuerpo puede ser leve o grave. Normalmente ocurre cuando el tobillo se dobla, flexiona o gira de forma inadecuada. También suele ser producto de una sobrecarga de las articulaciones, por movimientos repetitivos, accidentes o aparición de ciertas patologías.

A continuación, desarrollaremos las afecciones más frecuentes.

Tendinitis

Consiste en una inflamación del tendón. En otras palabras, es la irritación de las cuerdas fibrosas que conectan el músculo con el hueso. Por lo general, este trastorno causa dolor moderado y se incrementa al plantar el pie o con la flexión dorsal.

Esguinces

Los esguinces suceden por la torsión inadecuada del pie. Los ligamentos se desgarran o se estiran más allá de su rango normal. Los principales síntomas de un esguince son dolor, moratones, hinchazón e imposibilidad de mover el tobillo.

Fracturas

Una fractura es la ruptura parcial o total del hueso. Un tobillo roto puede deberse a una torcedura, un paso en falso, un traumatismo, una caída o producto de un accidente. Abarca desde pequeñas fisuras en los huesos hasta roturas más profundas.

Luxaciones

Son lesiones de mayor envergadura. Ocurre una separación de las 2 superficies articulares del tobillo y el astrágalo deja de estar en contacto con la tibia y el peroné. En la zona afectada observamos deformidades importantes. Esta lesión es muy dolorosa para el paciente.

¿Por qué buscar asistencia médica profesional?

Las lesiones de tobillo son molestas y limitan la capacidad de movernos. Buscar asistencia médica profesional es de vital importancia para tratar este tipo de afecciones. El tratamiento varía según los síntomas y la clase de traumatismo.

Tras una exploración completa, el médico tratante recomendará antiinflamatorios, reposo, hielo, compresión y elevación. Esto será suficiente para solucionar el problema cuando se trata de un caso leve.

No obstante, en función a la complejidad de la lesión y si el dolor persiste, muchas veces será necesario recurrir a la fisioterapia. Este tipo de tratamiento suele ser muy eficaz para reducir satisfactoriamente la inflamación y la dolencia.

Asimismo, contribuye a recuperar la movilidad del músculo para que la articulación funcione de manera correcta. Mejora el tono muscular y ofrece una mejor sujeción a los ligamentos. Otro beneficio sobresaliente de la fisioterapia es que favorece la regeneración de los tejidos.

El tratamiento fisioterapéutico se adapta a cada patología. Aplicado de manera oportuna, tiene un efecto satisfactorio en la pronta recuperación del paciente, reduce el riesgo de recaídas y mitiga la aparición de las dolencias crónicas.

Ejercicios de rehabilitación a medida

Según el tipo de lesión, el fisioterapeuta establecerá el programa que sea más conveniente para ti. Presta atención a las señales de tu cuerpo y contacta a los especialistas cuando los síntomas aún sean leves.

Los ejercicios de rehabilitación propuestos por un terapeuta físico te ayudarán a recuperarte mucho más rápido. Cuando las lesiones de tobillo no son tratadas como corresponde se pueden derivar problemas para toda la vida.

Seguir las instrucciones proporcionadas por los profesionales es crucial. Debes realizar los ejercicios de rehabilitación de la manera correcta. De esta forma, evitarás los dolores crónicos a largo plazo y conseguirás recuperarte por completo.

La importancia de la prevención

La prevención es un factor clave para evitar que se presenten lesiones importantes en los tobillos. Padecer un percance en esta zona del cuerpo podría limitar el desarrollo de diferentes actividades cotidianas y deportivas.

A fin de prevenir y cuidar tus tobillos, te recomendamos tener en cuenta las siguientes sugerencias:

  • Calentamiento: Antes de entrenar, hay que llevar a cabo ejercicios de estiramiento, cardiovasculares y de fuerza. El calentamiento es necesario para estirar los músculos, prepararte para la actividad física y prevenir diferentes lesiones.
  • Calzado adecuado: Usar calzado adecuado resulta muy pertinente para proteger tanto los pies como los tobillos. Asegúrate de que se ajuste perfectamente a tu talla y anatomía. Evita el uso de tacones altos.
  • Superficies niveladas: Si vas a realizar algún deporte, elige superficies planas, estables, que no sean resbaladizas y que estén niveladas. Esto con la finalidad de que puedas apoyarte correctamente. Así evitarás las caídas o distensiones.
  • Ejercicios para fortalecer los músculos: Realiza ejercicios que fortalezcan los músculos y contribuyan a ganar mayor flexibilidad.
  • Perfecciona la técnica: Mejora la ejecución de los ejercicios que lleves a cabo. Sobre todo si el deporte en cuestión implica realizar un gran número de movimientos repetitivos.
  • Evita los excesos: El sobreesfuerzo de los tendones suele ser contraproducente y en algún punto podría ocasionar daños importantes. Es necesario encontrar el equilibrio al realizar ciertas actividades físicas.
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